Recupero aquí, resumida y actualizada, una entrada dedicada a los árboles monumentales del valle de El Paular que publiqué hace casi dos años, el 2 de diciembre de 2011, en Desde la Sierra, una bitácora que creamos y compartimos un grupo de amigos con el fin de reclamar la protección de la sierra de Guadarrama, en especial de su vertiente segoviana. En ella hablaba, cómo no, de los famosos tejos milenarios del arroyo Valhondillo, pero también de algunos otros árboles igualmente singulares y prácticamente desconocidos, como el ya desaparecido ejemplar de pino silvestre (Pinus sylvestris) más viejo de todo el Guadarrama, al que denominé en aquella entrada, y por lo tanto también en ésta, como el "coloso del pinar de los Belgas", un calificativo nada exagerado, como verá quien siga leyendo.
Este patriarca vegetal, de una edad estimada cercana a los cinco siglos, hasta hace dieciocho años todavía sobrevivía heroicamente rodeado por pinos, robles y tejos de porte igualmente magnífico en una ladera abrupta y recóndita de este gran monte que ha poseído y explotado de forma ejemplarmente sostenible la Sociedad Belga de los Pinares de El Paular durante ciento setenta años, y que actualmente se encuentra a la venta. Era también, muy posiblemente, el ejemplar de pino silvestre más grande y longevo de toda España, superando en dimensiones a otros dos soberbios ejemplares que hoy se disputan ese título, como son el pino de San Roque, que todavía vegeta en solitario y con buena salud en la pelada vertiente meridional de La Peñota, en Los Molinos (Madrid), y el pino del Rey, en Covaleda (Soria).
Este patriarca vegetal, de una edad estimada cercana a los cinco siglos, hasta hace dieciocho años todavía sobrevivía heroicamente rodeado por pinos, robles y tejos de porte igualmente magnífico en una ladera abrupta y recóndita de este gran monte que ha poseído y explotado de forma ejemplarmente sostenible la Sociedad Belga de los Pinares de El Paular durante ciento setenta años, y que actualmente se encuentra a la venta. Era también, muy posiblemente, el ejemplar de pino silvestre más grande y longevo de toda España, superando en dimensiones a otros dos soberbios ejemplares que hoy se disputan ese título, como son el pino de San Roque, que todavía vegeta en solitario y con buena salud en la pelada vertiente meridional de La Peñota, en Los Molinos (Madrid), y el pino del Rey, en Covaleda (Soria).
Las enormes proporciones que alcanzaba este ejemplar de pino silvestre quedan patentes comparadas con las dos figuras humanas que aparecen en la parte inferior de la fotografía (septiembre de 1988) |