Abordamos hoy en nuestra bitácora una de las cuestiones pendientes de solución más importantes para la conservación de la sierra de Guadarrama en su conjunto, alrededor de la cual parece haberse apagado la polémica desatada hace años con motivo de los estudios previos a la declaración del parque nacional. Nos referimos al problema sin resolver de los pinares de El Paular, una gran masa forestal que cubre extensamente la cabecera del valle de Lozoya y que, por razones que veremos más adelante, fue excluida de este gran espacio protegido declarado en 2013. El incierto futuro de estos montes fue ya objeto de un artículo de opinión publicado por el autor de estas líneas en la revista conservacionista Quercus y reproducido poco después en la revista deportiva Peñalara. Para quien esté interesado en consultarlo, se puede acceder al mismo en la web de la Sociedad Castellarnau a través de este enlace.
Los pinares de El Paular están formados por el monte «Cabeza de Hierro» o pinar de los Belgas, de 2.016 hectáreas de superficie, propiedad de la Sociedad Belga de los Pinares de El Paular desde 1840, empresa que actualmente lo tiene puesto a la venta, y los montes «Cabeza de Hierro-La Cinta» y «Peñalara-La Cinta», de 261 y 585 hectáreas respectivamente, incluidos ambos en el Catálogo de Montes de Utilidad Pública de la Comunidad de Madrid aunque pertenecientes a la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, antigua institución de origen medieval cuyos territorios llegaron a extenderse muy al sur de la sierra. Por lo tanto, estos tres montes conforman uno de los grandes pinares históricos de la sierra de Guadarrama junto a los de Navacerrada, Cercedilla, Valsaín, El Espinar y Navafría.
Los valores naturales de estos bosques centenarios son excepcionales. Además de contar con unos paisajes únicos, destaca su riquísima biodiversidad, que tiene su máximo exponente en una de las colonias de buitre negro más importantes de la península Ibérica. Por ello fueron protegidos como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) del Alto Lozoya, y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de la Cuenca del Río Lozoya y Sierra Norte, ambas figuras integradas en la gran estructura de conservación de la biodiversidad europea conocida como Red Natura 2000. Forman parte también de la zona periférica de protección del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
Los pinares de El Paular están formados por el monte «Cabeza de Hierro» o pinar de los Belgas, de 2.016 hectáreas de superficie, propiedad de la Sociedad Belga de los Pinares de El Paular desde 1840, empresa que actualmente lo tiene puesto a la venta, y los montes «Cabeza de Hierro-La Cinta» y «Peñalara-La Cinta», de 261 y 585 hectáreas respectivamente, incluidos ambos en el Catálogo de Montes de Utilidad Pública de la Comunidad de Madrid aunque pertenecientes a la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, antigua institución de origen medieval cuyos territorios llegaron a extenderse muy al sur de la sierra. Por lo tanto, estos tres montes conforman uno de los grandes pinares históricos de la sierra de Guadarrama junto a los de Navacerrada, Cercedilla, Valsaín, El Espinar y Navafría.
Los valores naturales de estos bosques centenarios son excepcionales. Además de contar con unos paisajes únicos, destaca su riquísima biodiversidad, que tiene su máximo exponente en una de las colonias de buitre negro más importantes de la península Ibérica. Por ello fueron protegidos como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) del Alto Lozoya, y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de la Cuenca del Río Lozoya y Sierra Norte, ambas figuras integradas en la gran estructura de conservación de la biodiversidad europea conocida como Red Natura 2000. Forman parte también de la zona periférica de protección del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
![]() |
Los pinares de El Paular cuentan con valores naturales y paisajísticos sobresalientes |
![]() |
El pinar de los Belgas constituye una de las masas forestales maduras más importantes de toda la Cordillera Central |