jueves, 3 de octubre de 2013

PROPUESTA DE HERMANAMIENTO ENTRE EL PARQUE NACIONAL DE LA SIERRA DE GUADARRAMA Y EL FIORDLAND NATIONAL PARK DE NUEVA ZELANDA

Dentro de los círculos relacionados con la conservación de la Naturaleza a nadie se le escapa que no corren buenos tiempos para la Red Española de Parques Nacionales. Por una parte, la polémica sentencia dictada en 2004 por el Tribunal Constitucional, que otorgó la gestión de estos espacios a las comunidades autónomas, y por otro, la nueva política emprendida por las administraciones, que da prioridad a los usos turísticos y recreativos en los espacios naturales protegidos, ignorando criterios de conservación hasta ahora aceptados por consenso, son factores que provocan el escepticismo en muchos de los que nos movemos dentro del agitado mundo de la conservación. Pero a pesar del desánimo que nos invade, uno se resiste a dar por periclitada a una red que incluye a los espacios más valiosos de la Naturaleza española, cuya funcionalidad y viabilidad a largo plazo podrán estar en entredicho pero que goza todavía de un gran prestigio en todo el mundo bajo los auspicios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
          Transcurridos ya tres meses desde la declaración del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, leo en una reciente noticia publicada en el diario ABC que el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN) y la Comunidad de Madrid quieren dar visibilidad al nuevo espacio protegido con la colocación de carteles indicadores en las autovías A-1 y A-6, que invitarán a disfrutar al visitante de los «alicientes gastronómicos, culturales e históricos que ofrece»
          Lo de los «alicientes gastronómicos» no merece ni siquiera un comentario en esta bitácora, pero ya que hablamos de «visibilidad», respecto a lo cultural y a lo histórico me voy a permitir proponer aquí al OAPN, a la Comunidad de Madrid y a la Junta de Castilla y León una iniciativa mucho más ambiciosa que la quizá obligada pero poco imaginativa instalación de carteles indicadores en las autovías de acceso. Como verá quien tenga la paciencia de seguir leyendo, la idea que voy a sugerir a continuación tiene muchas ventajas: es sumamente atrayente, nos viene casi impuesta por razones culturales, históricas e incluso diplomáticas, y puede hacer visible al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama mucho más allá de Collado Villalba o San Agustín de Guadalix, prácticamente en la otra punta del planeta. 
          Dentro de unos pocos meses, el 17 de febrero de 2014, se cumplirá el 250 aniversario del nacimiento de Felipe Bauzá y Cañas (1764-1834), un marino y geógrafo ilustrado que en tiempos de Carlos IV participó en la famosa Expedición Malaspina y que, curiosamente, fue explorador y descubridor de lo que hoy son dos parques nacionales situados en las mismísimas antípodas el uno del otro: el Fiordland National Park de Nueva Zelanda y nuestro recién estrenado Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Para una aproximación a la apasionante biografía de este personaje histórico, remito a este artículo que publiqué hace tres años en la revista Peñalara y en la web de la Sociedad Castellarnau de Amigos de Valsaín La Granja y su entorno, en el que doy cuenta de la sorprendente vinculación que tienen estos dos importantes espacios naturales protegidos a través de la figura de Bauzá y destaco el importante papel que éste desempeñó directa o indirectamente en la obra gigantesca de los dos naturalistas más influyentes de la historia: Alexander von Humboldt y Charles Darwin; nada menos...

Felipe Bauzá y Cañas en un retrato anónimo pintado hacia 
el año 1800 (Museo Naval de Madrid)
                                     
          Hace casi treinta años, el 22 de septiembre de 1984, para conmemorar el 150 aniversario de la muerte de Bauzá, las autoridades del parque nacional neozelandés y el cónsul español en Nueva Zelanda, Bart Porta, le dedicaron una pequeña placa de bronce con una inscripción que recuerda su exploración del fiordo de Doubtful Sound a bordo de la fragata Descubierta, durante la Expedición Malaspina. En aquel emocionante acto, al islote donde desembarcó el 25 de febrero de 1793 para realizar marcaciones con el compás de demoras y mediciones con el péndulo simple experimentos que tenían como finalidad determinar la fuerza de la gravedad para adaptar la cartografía naútica al nuevo sistema métrico decimal que se imponía en Europa tras la Revolución francesa‒ se le devolvió oficialmente el antiguo nombre español de «Isla Bauzá», topónimo que a mediados del siglo XIX había sido sustituido en las cartas de navegación británicas por el de «Isla de los Mosquitos». Sin duda éste fue todo un gesto de generosidad y de coherencia histórica por parte del gobierno neozelandés. El texto de la placa, colocada en un pequeño cabo rocoso denominado Punta Marcaciones, traducido del inglés reza así:

Don Felipe Bauzá, de la expedición española al mando del capitán Malaspina, fue el primer europeo en explorar Doubtful Sound. Desembarcó en este lugar el 25 de febrero de 1793

"Experiencia del Péndulo Simple" en Doubtful Sound (1793), dibujo de Juan Ravenet, uno de los pintores-ilustradores que participaron en la expedición Malaspina (Museo Naval de Madrid)



Croquis dibujado por Felipe Bauzá del fiordo de Sonido Dudoso (Doubtful Sound), con la Isla Bauzá y la Punta Marcaciones en su extremo oriental (United Kingdom Hydrographic Office)


Punta Marcaciones, en la Isla Bauzá, con la placa conmemorativa colocada en 1984 (Wikimedia Commons)
Detalle de la placa
(Wikimedia Commons)

                  Treinta años después de su exploración de las costas australes de Nueva Zelanda, el 14 de agosto de 1822, en los tiempos del Trienio liberal durante los que se relajó temporalmente la represión absolutista impuesta a los estudios científicos en España, nuestro personaje subió a la cumbre de Peñalara desde La Granja de San Ildefonso armado con un barómetro de mercurio muy preciso y determinó allí por primera vez la altitud de esta montaña, la más elevada de la sierra, por lo que puede ser también considerado como uno de los primeros exploradores de lo que hoy es el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Esta ascensión a Peñalara y a otras muchas cumbres de la geografía española estaba motivada por los estudios cartográficos que por entonces realizaba, junto al ingeniero y geógrafo José Agustín de Larramendi, para uno de los proyectos de división provincial de España que pretendían sustituir la división del país en reinos, propia del Antiguo régimen, por la división en provincias que propugnaban los políticos liberales. Apenas un año después, tras la vuelta del absolutismo, Bauzá se exilió en Londres, donde murió en 1834 cuando se disponía a regresar a España tras el fallecimiento del tirano Fernando VII. Fue enterrado con todos los honores en la Abadía de Westminster, junto a las grandes personalidades de la historia de Gran Bretaña.

Proyecto de división provincial de España elaborado en 1822 por Bauzá y Larramendi (Geografía infinita)




  
          Visto todo lo anterior, no son pocas las razones que nos obligan a conmemorar de una forma adecuada la efeméride del 250 aniversario de su nacimiento, por lo que proponemos celebrar el próximo 17 de febrero de 2014 un sencillo acto en su memoria en lo más alto de Peñalara, colocando allí otra pequeña placa de bronce con un texto que podría decir algo así como:

El 14 de agosto de 1822, Felipe Bauzá (1764-1834), insigne marino y geógrafo ilustrado, determinó por primera vez desde aquí la altitud de esta cumbre de Peñalara, punto culminante del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Treinta años antes, el 25 de febrero de 1793, durante la Expedición Malaspina, había explorado por primera vez el fiordo de Doubtful Sound y desembarcado en la Isla Bauzá, en lo que hoy es el Fiordland National Park de Nueva Zelanda, donde el 22 de septiembre de 1984, con motivo del 150 aniversario de su muerte, se le dedicó una placa de bronce en su memoria. Los dos parques nacionales, situados en las antípodas uno de otro, le dedican treinta años después este otro homenaje con motivo del 250 aniversario de su nacimiento

Fiordland National Park: el fiordo de Doubtful Sound, con la Isla Bauzá en el centro (fotografía de Virtudes Lázaro)
Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama: la cumbre de Peñalara desde la Hoya del Nido

                  Por supuesto, para celebrar este sencillo pero trascendente acto, que por su especial simbolismo y su relevancia internacional marcaría un brillante punto de partida para las actividades culturales del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, es obligada e imprescindible la implicación del OAPN y de las comunidades autónomas de Madrid y Castilla y León, que son las que tienen las competencias compartidas sobre este paraje, punto culminante en altitud y en significación del nuevo espacio protegido. Y para ello nada mejor que las autoridades españolas propongan a las neozelandesas el hermanamiento de estos dos parques nacionales, que están situados casi exactamente en las antípodas el uno del otro pero que comparten una parte muy significativa de su historia gracias a este marino y explorador que atravesó océanos y ascendió a cordilleras de medio mundo, y cuya figura es todavía prácticamente desconocida para los amantes del Guadarrama y de todas nuestras montañas. Para que conste de forma fehaciente, aquí dejo hecha esta exposición de motivos con destino a los responsables de tomar decisiones en lo relativo a cooperación internacional en materia de medio ambiente. La propuesta ya ha sido recogida por algunos medios de comunicación, e incluso parece que está siendo considerada por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales
                  Para tan señalada y futurible ocasión, este organismo, a través de los cauces oficiales, podría invitar a este acto al director del Fiordland National Park y al embajador de Nueva Zelanda, como correspondencia al gesto de amistad que supuso en 1984 la colocación de la placa de Punta Marcaciones y la recuperación del nombre español de «Isla Bauzá» por parte del gobierno neozelandés. Esperamos que esta propuesta para celebrar tan importante acto de justicia y reivindicación histórica acabará siendo valorada como se merece por las administraciones competentes, y máxime cuando no afectaría prácticamente en nada a sus menguados presupuestos. Si fuera así, hasta 17 de febrero de 2014, fecha del 250 aniversario de la muerte de Bauzá, disponemos de apenas cuatro meses para organizar la conmemoración de esta efeméride que recuperaría una parte importante de la memoria histórica y cultural del Guadarrama y proporcionaría al nuevo parque nacional prestigio internacional y una visibilidad de mucho más largo alcance.

9 comentarios:

Javier Sánchez dijo...

Muy interesante Julio, cuenta conmigo para lo que necesites (incluyendo las fotos)...

toño dijo...

Siempre aprendiendo de tus narraciones Julio, interesante las coincidencias de estos dos Parques Nacionales tan lejos uno de otro pero por el contrario tan cercanos gracias a personajes tan ilustres como Bauzá,

Anónimo dijo...

Desde Rascafría. Me parece una magnífica idea. Cuenta conmigo para una posible recogida de firmas para la propuesta.

Julio Vias dijo...

Gracias por vuestros comentarios, amigos. Parece que el Organismo Autónomo Parques Nacionales se va dando cuenta de la importancia y la trascendencia de esta propuesta. No hay que dejar de insistir hasta que asuman la idea como "suya". Con las administraciones, que son muy suyas, hay que hacer las cosas así...

juan moreno dijo...

que tio mas grande eres cuenta conmigo

Julio Vias dijo...

Juanito, si vuelas a Nueva Zelanda resérvame una plaza en cabina por si hay que ir a convencerles. Por algo nos recorrimos juntos la sierra allá por los años setenta del siglo pasado...

Julio Vias dijo...

Hoy, 17 de febrero de 2014, se cumple el 250 aniversario del nacimiento de Felipe Bauzá. El Organismo Autónomo Parques Nacionales ha desaprovechado una ocasión irrepetible para dar una dimensión internacional al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y de llevar a la práctica una idea preciosa...

Julio Vias dijo...

Estoy dándoles la tabarra en Twitter a la UICN y al secretario de Estado de Medio Ambiente: el Congreso Mundial de Parques que se celebrará en Sidney (Australia) dentro de un mes es una estupenda oportunidad para proponer el hermanamiento entre el Fiordland National Park de Nueva Zelanda y el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. La última oportunidad para celebrar la efeméride en 2014...

Julio Vias dijo...

Quiero agradecer aquí a la directora del Organismo Autónomo de Parques Nacionales, María Jesús Rodríguez de Sancho, el interés que se ha tomado por esta propuesta, trasladándola a la Comisión de Coordinación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama reunida el pasado 23 de septiembre. Lamentablemente, las administraciones ambientales de la Comunidad de Madrid y la Junta de Castilla y León han considerado que no es la mejor opción de hermanamiento a proponer para este parque, dadas las diferencias en extensión y modo de gestión y la lejanía de ambos espacios naturales protegidos. Desde luego, hay otras opciones, pero no se ha tenido en cuenta que el hecho de estar en las antípodas el uno del otro es un valor añadido a la verdadera razón de peso de ser Bauzá el naturalista que los exploró para la ciencia en la época de la Ilustración. Fiordland reconoció la labor de este marino y explorador de montañas de una forma original y atractiva, casi novelesca, pero parece que estas sutilezas no están al alcance de la rígida burocracia de las administraciones regionales...
Según los argumentos que esgrimen, Guadarrama sólo podría hermanarse con Sierra Nevada, o poco más...