martes, 5 de diciembre de 2017

RALLYS EN LA SIERRA DE GUADARRAMA: UN ANACRONISMO ABSURDO

Los rallys automovilísticos celebrados en espacios naturales protegidos han ocupado últimamente grandes titulares de prensa a causa del impacto ambiental que producen en las zonas por donde transcurren, y por los graves accidentes que causan en ocasiones a su paso por zonas densamente pobladas, como el ocurrido hace dos años en la localidad coruñesa de Carral, en el que murieron seis personas al salirse un coche de la carretera y arrollar a la multitud de espectadores que se agolpaban para contemplar el paso de la prueba. Dejando a un lado hechos luctuosos como éste, que no tienen cabida en unas líneas orientadas a la divulgación ambiental, y ciñéndonos a nuestro ámbito más próximo, el hecho de que en pleno siglo XXI se sigan celebrando rallys automovilísticos en las carreteras de la Sierra de Guadarrama no es sino un absurdo anacronismo que produce cierto estupor entre los que podemos contemplar este vetusto problema con cierta perspectiva histórica, por haber sufrido la época de máximo auge de estas pruebas automovilísticas en nuestro entorno, allá por los años setenta del siglo pasado.
          Una de las carreras de este tipo más controvertidas por su impacto ambiental es el Rally Comunidad de Madrid-RACE, instaurado en 2010 en el calendario deportivo por el Gobierno regional de Esperanza Aguirre, y celebrado hace pocos días en su VIII edición con un recorrido que afecta a zonas serranas especialmente sensibles de Madrid, Ávila y Segovia, como el Campo Azálvaro, la Sierra de Malagón, el pinar de Canencia y el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. En esta última zona la carrera afecta también a la Reserva de la Biosfera del mismo nombre, lo que motivó que el Comité Científico del Programa MaB de la UNESCO emitiera en 2010 un informe en el que se considera incompatible la celebración de carreras automovilísticas con los objetivos de conservación de esta figura de protección de ámbito internacional. A su paso por el puerto de Canencia los rallys afectan de lleno a la zona periférica de protección del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, definida por la Ley de Parques Nacionales como «el espacio exterior, continuo y colindante a un parque nacional, dotado de un régimen jurídico propio destinado a proyectar en su entorno los valores del espacio protegido y a amortiguar los impactos procedentes del exterior». Como se ve, son contradicciones tan evidentes y clamorosas no sólo frente a la normativa, sino también ante la ética y la estética más básicas exigidas por estas figuras de protección que no precisarían de más comentarios.

El Rally Comunidad de Madrid-RACE a su paso por el pinar de Canencia (foto: Maxresdefault)

















          
          Además de las molestias y la sensación de peligro e inseguridad producidas a los vecinos de los pueblos por el paso de rugientes automóviles a gran velocidad, y de los perjuicios causados a los ganaderos, que ven cortado su acceso cotidiano a los montes y pastizales de los que depende la preservación de su actividad milenaria, los impactos de esta prueba son más que visibles: altísimos niveles de contaminación acústica, riesgo de atropellos al ganado y a la fauna silvestre sobre todo en los tramos de circulación nocturna, afluencia masiva de público, encendido de hogueras en mitad del monte, acumulación de basuras y deterioro irreversible de unas carreteras que a menudo destacan por su belleza y su integración en el paisaje circundante, y que forman parte de nuestro patrimonio cultural más digno de ser preservado.

Uno de los coches participantes en la III edición del Rally Comunidad de Madrid-RACE, en noviembre de 2012, derribando los viejos malecones de granito labrado en una curva de la carretera del puerto de Canencia (foto: A. Seco)

          Por su misma proximidad a Madrid, la Sierra de Guadarrama es el entorno menos adecuado para la celebración de estas atronadoras y multitudinarias pruebas automovilísticas, que a juicio del autor representan una de las peores muestras de la prepotencia que nuestra sociedad urbana ha venido haciendo gala hasta hace muy poco tiempo en su relación con el medio natural. Muy al contrario, es el lugar para fomentar y favorecer los valores orientados hacia la conservación del paisaje, la biodiversidad, los usos tradicionales, la educación ambiental y el turismo sostenible. Afortunadamente, hace ya cuatro años los rallys han dejado de afectar a los entornos de los puertos de los Cotos, la Morcuera y Navafría, al quedar incluidos en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, pero otros lugares igualmente valiosos que por poco quedan fuera de este espacio protegido no han tenido la misma suerte. Y en este sentido nos preguntamos cómo se puede justificar el paso del Rally Comunidad de Madrid-RACE por el pinar de Canencia, el tramo sin duda más sensible y frágil de todo su recorrido actual, que, entre otros altísimos valores naturales y culturales que ostenta, es zona de campeo del lobo ibérico en su recolonización de la Sierra de Guadarrama, área potencial de expansión de la colonia de buitre negro de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) del Alto Lozoya y muy posible y deseable candidato a una futura ampliación del parque nacional, lo que un grupo de guadarramistas y expertos ya propusimos al Gobierno regional en un acto celebrado en la entonces Fundación Caja Madrid el 21 de marzo de 2011 (haciéndolo coincidir con el Día Forestal Mundial), dos años antes de ser declarado el espacio protegido. Este espléndido monte maduro de 1.620 hectáreas, denominado «Perímetro de Canencia» en el Catálogo de Montes de Utilidad Pública de la Comunidad de Madrid, es el resultado de una de las antiguas repoblaciones forestales emprendidas por la Comisión de Repoblación de la Cuenca del Lozoya hace poco más de un siglo, y por su extraordinaria biodiversidad en 1998 fue incluido en el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Cuenca del río Lozoya y Sierra Norte, figura de protección europea integrada en la Red Natura 2000. Y además de todo ello por qué no voy a decirlo aquí‒, donde descansa mi padre en cumplimiento de su última voluntad de confundirse en el viento con el renacido aullido del lobo, que dejó de escuchar en estos mismos pinares durante su juventud.

 Los grandes valores naturales y la importante función protectora del monte «Perímetro de Canencia» piden a voces la supresión de los rallys automovilísticos que lo atraviesan todos los años

          Sin embargo, pese a esta teórica protección es muy poco lo que los municipios afectados pueden hacer para evitar los daños y perjuicios que causa este rally en su territorio, salvo manifestar públicamente un rechazo testimonial al paso del mismo por sus términos, lo que hicieron en 2016 los Ayuntamientos de Bustarviejo y Miraflores de la Sierra. Sabemos que la Consejería de Medio Ambiente ha tomado medidas para minimizar los impactos en esta última y reciente edición del Rally Comunidad de Madrid-RACE, suprimiendo el recorrido por el interior de la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón 
no sabemos si de manera definitiva o no‒ y prohibiendo la afluencia de público a las zonas más sensibles del pinar de Canencia, pero estas precauciones no son sino meros parches que no solucionan el problema. Por ello, coincidiendo con la inminente aprobación del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y la anunciada ampliación de la Reserva de la Biosfera de la Cuenca Alta del Manzanares, ha llegado el momento de reconsiderar seriamente la continuidad de los rallys en el entorno de estos espacios naturales protegidos, por los que tanto hemos peleado en los últimos quince años. Esperamos que los responsables de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid tomen cumplida nota de todo ello y den pronto el paso valiente y definitivo que ponga fin a este absurdo anacronismo ambiental.

Recorrido del Rally Comunidad de Madrid-RACE por las sierras de Madrid, Segovia y Ávila en su última edición de noviembre de 2017


























7 comentarios:

ENRIQUE HIDALGO dijo...

Querido Julio, no puedo sino estar de acuerdo en todo lo que dices. Me parece totalmente inadmisible una actividad como un ¡RALLY! en un entorno de montaña y linde con un Parque Nacional y en total contradicción con otras medidas en la capital. No sé que se puede hacer, tal vez una recogida de firmas de todos los amantes de la ¡SIERRA! por la que tanto seguimos intentar proteger.
Gran abrazo,
Enrique Hidalgo, ¡ALLENDISTA!

Paco Villen dijo...

Naturalmente de acuerdo con la oportunidad de tu comentario, aunque resulte inaudito que logren las autorizaciones que se precisen.
Creo que podemos recordar como en diversas caminatas serranas, sobre todo en la medida en que publicitarlas las hacía numerosas, se presentaban autoridades de diverso origen y pelaje.
Y quiero confiar en que este blog, directa o indirectamente, llegue a leerse por ellos también.
Y así se dé feliz término al bien definido como anacronismo que, sea por inercia o dejadez, constituye una amenaza por encima de otros supuestos apreciados bienes, como sería la nombradía de nuestros pueblos. Afortunadamente ya son conocidos por sí y sus valores, sin que tengamos que esperar comitivas al estilo "Bienvenido Mr. Marshall, de la que solo queda la polvareda. Abrazos.
Paco Villén, El Boalo.

Tamarón dijo...

Querido Julio, gracias por informarnos, aunque sea de algo tan triste y miserable. No se entiende cómo actos a todas luces contrarios a la normativa en vigor se permiten sin más. ¿No son denunciables?

En cambio tengo dudas sobre el ánimo de todos los ayuntamientos ansiosos de defender la naturaleza de su término municipal. Me temo que habrá excepciones. Algunos por atraer ingresos; otros por amor a lo moderno. Por desgracia, el anacronismo no es, en rigor, dañar la naturaleza. El anacronismo es amarla. Cuenta conmigo si en algo te puedo servir. Un abrazo de Santiago Tamarón

Julio Vias dijo...

Queridos amigos Santiago, Enrique y Paco, gracias por vuestros comentarios, más autorizados que ningún otro por proceder de personas comprometidas desde el principio con aquellas entusiastas iniciativas que abrieron las puertas a la declaración del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, como han sido el proyecto Allende Sierra y los Aurrulaques.
Un abrazo

Paco Villen dijo...

Gracias a ti, Julio, a tus conocimientos que siguen enriqueciéndonos, a tu dedicación institucional que constituye la praxis de aquellos, y al saber estar de modo trascendente, no solo en aquellos encuentros que citas, sino en el presente que corresponde a tu buena capacidad de estar entre los primeros relevistas en la defensa de nuestro país, tal como siempre lo sentiremos, de todos y para todos.
Cordiales abrazos, también a Enrique y al Marqués.

Unknown dijo...

Hola de nuevo, Julio. Ya estoy aquí tras un periodo de tiempo relativamente dilatado en el que no he escrito comentario alguno aunque sí leído puntualmente todas las entradas de tu blog. El tema de los rallys, como el de las carreras de resistencia masificadas por las montañas o el motocross es un asunto que me preocupa desde hace mucho tiempo. Al fin y al cabo es una muestra más de un mal uso de un espacio natural, espacio que encima es en este caso un lugar protegido. Espero que algún día todas estas prácticas masificadas y poco respetuosas con nuestro entorno natural acaben siendo un recuerdo del pasado. Un saludo.

Raúl Moreno Fernández (Geógrafo y naturalista).

Julio Vias dijo...

En 2018 el Rally Comunidad de Madrid no ha pasado por el puerto de Canencia tras siete años ininterrumpidos haciéndolo. Esperamos que la supresión de este tramo en su recorrido sea de forma definitiva, y, si fuera así, nos congratulamos por esta decisión tomada por la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid. Algo es algo...