domingo, 29 de mayo de 2016

SIERRA DE GUADARRAMA: VIEJOS OFICIOS PARA LA MEMORIA (GENTES Y PAISAJES)

Acaba de salir a la calle mi tercer libro: Sierra de Guadarrama: viejos oficios para la memoria (gentes y paisajes), completando así una trilogía junto a los dos anteriores, Memorias del Guadarrama y Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama: guía para contemplar sus paisajes. Uno piensa que son ya demasiados libros sobre el mismo tema, y éste, por lo tanto, será el último de la serie. Incluso en un principio no hubo voluntad de publicarlo como una obra monográfica, ya que es una recopilación de trece entrevistas realizadas durante los últimos años a personas relacionadas con el ejercicio o la recuperación de los usos y oficios tradicionales practicados históricamente en el Guadarrama, algunas de las cuales ya han sido publicadas previamente en esta bitácora. 
          Prologado por el catedrático de la Universidad de Salamanca Valentín Cabero e ilustrado con magníficas fotografías del conocido y galardonado fotógrafo Javier Sánchez, algunas de las cuales acompañan a esta entrada, el libro es un alegato en favor de un mundo rural que está en trance de desaparecer completamente de estas montañas, aunque no pretende ser un simple ejercicio de nostalgia pues en sus casi doscientas páginas se defiende el destacado papel que algunos usos tradicionales, adaptados a los nuevos tiempos de sostenibilidad que se avecinan, deberían tener en el futuro dentro del ámbito territorial de la sierra de Guadarrama como espacio natural protegido. La introducción del autor, que se transcribe íntegra a continuación, sirve como perfecta explicación de todo ello:


























lunes, 2 de mayo de 2016

UN COMPROMISO INELUDIBLE: RECUPERAR LOS CIELOS NOCTURNOS DEL GUADARRAMA

El impacto de la iluminación artificial sobre el medio ambiente se ha convertido en una preocupación de alcance mundial por sus efectos negativos sobre la biodiversidad, el paisaje natural e incluso la salud humana. Entre los grandes problemas que afectan a la sierra de Guadarrama como espacio natural protegido, quizá éste sea el menos debatido dentro del ámbito de la conservación, razón por la cual quiero dedicarle aquí unas líneas aprovechando que los trabajos de redacción del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional declarado en 2013 se están desarrollando a buen ritmo.
          La contaminación lumínica en la Comunidad de Madrid se ha incrementado en un cincuenta por ciento durante la última década, un dato que resulta sencillamente apabullante y que es el resultado del tremendo crecimiento urbano en toda la región durante los años del boom de la construcción, lo que agrava la inexistencia de una normativa regional sobre este tipo de contaminación con la que sí cuentan otras comunidades autónomas. La magnitud del problema se aprecia echando un simple vistazo al mapa del brillo nocturno del área metropolitana madrileña que reproducimos más abajo, elaborado por Jaime Zamorano, Alejandro Sánchez de Miguel y Jesús Gallego, tres investigadores del Departamento de Astrofísica y Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Complutense de Madrid. Según estos astrónomos, desde las calles de la capital de España se podrían ver más de siete mil estrellas en condiciones de ausencia de contaminación lumínica, pero apenas se divisan con claridad medio centenar. Un dato fácil de comprender si consideramos, por poner un ejemplo, que el entorno urbano formado por la Puerta del Sol, la plaza de Cibeles y el eje Alcalá-GranVía es la zona más intensamente iluminada de toda España, lo que ilustra esta fotografía de Stellarium que también reproducimos aquí. Madrid ostenta el poco honroso título de ser la capital de la Unión Europea que extiende su halo luminoso contaminante a más largas distancias, y la primera víctima de ello es la sierra de Guadarrama con todos sus espacios naturales protegidos, con su biodiversidad, sus paisajes y su enorme carga cultural.

A la izquierda, recreación del cielo de Madrid sin contaminación lumínica. A la derecha, el cielo real que se ve sobre la confluencia de Alcalá con la Gran Vía (Stellarium/Antonio García Rodríguez/Wikimedia) 



El enorme halo de contaminación lumínica de Madrid se desborda hacia el norte por las carreteras y las grandes ciudades dormitorio, afectando de lleno a la sierra de Guadarrama (Departamento de Astrofísica de la UCM)












Impresionante visión nocturna desde la cumbre de Cabeza Líjar del mar de luces formado por la gran urbe de Madrid y las ciudades dormitorio que se alinean a lo largo de la autovía A-6 (fotografía de Jesús Pérez Pacheco)